20 dic 2016

La Fórmula del GM Jeffery Xiong aplicable a México.





Si bien la tarea principal de los que aman al ajedrez en México no debe ser sólo que algunos jóvenes lleguen a ser jugadores de excelencia a nivel internacional, sino de que mayor número de personas se beneficien en su desarrollo integral con la práctica organizada del ajedrez, el modelo de trabajo con escolares que llevó al joven texano de 15 años a ser campeón mundial de ajedrez entre los menores de 20 años y a obtener a temprana edad el título de gran maestro, puede ser repetible en México.
Hace muy pocos días conversaba con uno de los que imparten cursos de “SICED” de ajedrez, sobre la inoperancia y fracaso de ese programa, expresando mis argumentos sobre lo dañino que era hacer creer a instructores preparados en ese sistema y a los pupilos que recibirían sus enseñanzas, que los contenidos eran adecuados para estudiar y entrenar ajedrez. Analizábamos que en los últimos quince años se había experimentado un retroceso grave en la calidad de los ajedrecistas jóvenes mexicanos y que a pesar de abundantes ejemplos de que había numerosos jóvenes talentosos, solo una decena, a pesar de todo, había logrado alcanzar los niveles que tuvieron los jóvenes de las generaciones del siglo XX.
En las dos primeras décadas del siglo XXI practican en el ajedrez organizado de México casi el doble de jugadores menores de 20 años que los que lo practicaban en las dos últimas décadas del siglo XX, y no obstante se graduaron con títulos internacionales un número muy inferior a los de ese final de siglo. Si se hace un promedio de rating de los veinte primeros lugares de 2016 con los dos de 1999, a pesar de que hay una inflación de rating, se hace más evidente que hay un retroceso, mientras que si se hace esa comparación a nivel mundial, tal vez producto de la inflación de rating, el avance es de casi 100 puntos de rating. Entonces el retroceso es mucho más agudo de lo que demuestran los fríos números.
Razones hay muchas. Malos modelos de enseñanza, demasiados torneos de ajedrez rápido, disminución notable de torneos clásicos, casi nula participación en torneos internacionales de nivel. Desgaste económico causada por excesiva estimulación a que niños participen en torneos abiertos infantiles internacionales disfrazados de “Mundiales” y diversos festivales que tienen como anzuelo el regalo de títulos FIDE fáciles y el seguimiento de una política internacional mercantilista que explota los deseos de los padres de niños ajedrecistas, canalizándolos a ser explotados por los afanes lucrativos de diversos niveles de directivas del ajedrez federado.
Por sacar dinero a toda costa de los bolsillos de familias bien intencionadas, se han desarrollado todo tipo de modelos de práctica organizada del ajedrez para niños y jóvenes que han tenido como consecuencia una baja de la calidad del desempeño en ajedrez. Engaño a padres y autoridades se han reflejado en pobreza de nivel.
Hay modelos de que las agrupaciones del ajedrez federado puedan hacerse de fondos, inclusive de aumentarlas sin pasar por erradicar la corrupción, pero como las formulas habituales les resultan, ya ni siquiera tratan de buscar como aumentar sus ingresos, mejorar sus servicios y, por lo menos, disminuir radicalmente los daños colaterales de su afán lucrativo.
Matan la gallina de los huevos de oro. Pudiendo lucrar y al mismo tiempo ayudar a la comunidad ajedrecística de sus localidades, con un poco de esfuerzo y dedicación, sin siquiera reducir en algo su corrupción, siguen la regla del como va que siga, haciendo daño y arruinando las cosas para ellos y para las personas que son sus fuentes de ingreso.
Hay maneras de seguir lucrando, pero con un cierto sentido de responsabilidad. No requiere siquiera que tratan de reducir sus demandas de dinero, solo requiere hacerlo con más cuidado, siguiendo modelos exitosos. Uniendo elementos que están a disposición de ellos y que pueden mantener vivo su sistema de ganar dinero, solo haciéndolo un poco menos fácil su acopio.
Modelos exitosos existen y que están dejando dinero por todos lados. El disminuir un mínimo las simulaciones, buscar un poco más en serio dar un buen servicio, puede resultar muy rentable.
La clave está en preparar recursos humanos con un poquito más de calidad. Ya cada vez es más difícil que engañen a los padres, hay que esforzarse un poco más. La zanahoria ya no puede ser de plástico, hay que usar una real .
El Modelo del GM Jeffery Xiong puede ser una solución, si se analiza bien. Olvidarse de los trucos ya gastados y que todos conocen que son un fracaso, como los SICED y cursitos y cursotes que en dos minutos pretenden formar personal capacitado para asuntos tan complicados como son el brindar servicios de la práctica organizada del ajedrez, es necesario para mantener el negocito que ya ha dado muchos dividendos.
Tendrán ahora que recurrir al personal preparado realmente, hacer congresos, seminarios y talleres, estudiarse los modelos exitosos.  (CONTINUARA)