23 ago 2015

Aperturas para ajedrez y blitz




Para la teoría de las aperturas se ha creado, por razones más que nada mercadotécnicas, una literatura muy cuantiosa y además de que es muy difícil separar lo relevante de lo irrelevante; la más pequeña selección que se escoja, resulta prácticamente imposible retenerla en la mente, por más privilegiada que la nuestra lo sea, tal cantidad de variantes y líneas,  con sus respectivas derivaciones en profundos y “matemáticos" análisis.
Ni siquiera los grandes maestros profesionales de tiempo completo conocen todo sobre las aperturas y si agregamos a esta observación el hecho concreto de que día á día se introducen refutaciones o mejoras en tal o cual línea o variante, producto de miles de partidas registradas en internet y que se pueden ver con un chessbase a velocidad, podemos estar seguros que ni dedicando las veinticuatro horas del día al estudio de las aperturas, podemos tener un total conocimiento.
Además sería esfuerzo fútil. El cerebro más entrenado no tiene una retentiva capaz de abarcar tal cantidad de datos, que no conocimientos,  y conservarlos intactos y disponibles para que llegado el momento en que, frente al tablero, debamos apelar a ellos.
Así como los entrenadores soviéticos afirmaban que conociendo profundamente 300 posiciones, 50 pryomes, 20 reglas de cambios de piezas y  20 algoritmos, se tenía el conocimiento necesario para jugar ajedrez de 2400 de Elo, así se afirmaba que manejando 28 esquemas de formaciones de peones se abarcaban todas las aperturas.
Entonces si un jugador mediano, que no está en condiciones de utilizar mucho los estudios teóricos que mencione antes,  como los grandes maestros profesionales, solo tiene a su alcance lo de los 28 esquemas para pretender jugar más o menos aceptablemente la apertura.
Aún los 28 esquemas es demasiado para un jugador sin título internacional.
Lo mejor es concentrar el estudio y la práctica en algunas aperturas y en no más de seis a ocho esquemas.
Demasiados jugadores, incluyendo a nivel GM, se dejan llevar por la moda. Pero lo peor lo hacen sus imitadores,  olvidándose que muchas variantes de las que aplican los grandes maestros en sus partidas se basan en posiciones en que se está al borde del precipicio, donde un GM pone a prueba a su cólega GM en cuanto a precisión. Ambos se ponen en la cuerda floja para hacer más factible el error que decidirá la partida.
Son no nada más pruebas de memoria y de serenidad, sino además de dedicación, donde mucho influye la suerte.
Es mejor aplicar la regla de economía de Pareto, en que se afirma que el 20 % de lo que estudiamos, determina el 80% de nuestra efectividad a la hora de estudiar. Definir esto y así ganamos tiempo. Si 300 son las posiciones, entonces 60 son las más relevantes, si son 50 los pryomes, entonces 10 son los fundamentales y si 20 las reglas de cambios, entonces cuatro debemos dominar y si 20 los algoritmos, con cuatro tendremos, y si 28 los esquemas de apertura, entonces 5 o 6 necesitamos dominar.
Ajedrez y Blitz son diferentes, así que, como hay mucho más eventos de blitz tenemos que emplearnos en no desdeñar los estudios especiales para blitz. Este tiene también sus reglas diferentes y algunas de las 60 posiciones para torneo deben tener otras para reforzar. ¿Cuántas? Es algo difícil de establecer, pero en los otros rubros como Pryomes, reglas de cambios, algoritmos y esquemas de apertura no hay que hacer muchas adiciones, tal vez un 10% del total. Asi necesitamos el 30% de ese 100.
En el caso del blitz, Chepukaitis seleccionaba seis pryomes relacionados con las liquidaciones de piezas, tres esquemas de aperturas, todas incluyendo fianchetto de alfil de rey.
Lo que es curioso es que muchas partidas de blitz de los GMs son muy instructivas para el jugador medio.