26 mar 2014

¿Llegamos ya al “Centésimo Mono” en el ajedrez?




Varios países, los suficientes, han aceptado, al menos legalmente, que el ajedrez debe estar en las aulas.
Cuando en 1984, el GM Marcel Sisniega y yo planeábamos los materialers para crear el Programa Nacional de Ajedrez en la Secretaría de Educación Pública de México, por iniciativa del Maestro Juan José Arreola y bajo los auspicios definitivos del Lic. Miguel Gonzalez Avelar, secretario de Educación Pública en las postrimerías del régimen del Lic. Miguel de la Madrid Hurtado, nos pusimos a calcular cuantos países tendrían que aceptar al ajedrez en sus aulas para que se diera el fenómeno del Centésimo Mono.
Serían solo 18 , según calculamos. Actualmente en 2014 ya rebasamos esa cifra.
Según ese pronóstico, por todos lados surgirá la demanda de que se capaciten profesores para dar clases en las escuelas. Parece que así es.
En ese 1984, para nosotros era un “Matrix” en el que teníamos fe y creíamos realmente que se haría extensivo a todo el “Sión”.
¿Pero de que habló cuando comentó lo del Centésimo Mono?

En 1980, cuando comenzamos con acciones al respecto, estaba muy de moda el relato de Ken Keyes Jr. “El Centésimo Mono”, más bien parte de “Lifetide”, libro del biólogo Lyan Watson,(apenas superábamos lo del Mono Desnudo de Desmond Morris). Todo empezó por ahí.
El texto decía:
"El mono, Macaca Fuscata, fue observado en su estado salvaje durante un periodo de mas de 30 años. En 1.952, en la isla de Koshima, los científicos empezaron a proporcionarle a los monos patatas dulces, que dejaban caer en la arena.
A los monos les gustó el sabor de aquellas patatas dulces y crudas, pero hallaban poco grata la arena. Una hembra de 18 meses de edad, a la que se llamó  Imo, vio que podía solucionar el problema lavando las patatas en el mar. Le enseñó el truco a su madre. Sus compañeros de juego también aprendieron éste nuevo método y también se lo enseñaron a sus madres respectivas.
Esta innovación cultural fue aprendida gradualmente por varios monos ante la mirada de los científicos. Entre 1.952 y 1.958, todos los monos jóvenes aprendieron a lavar las patatas dulces para que fuesen más sabrosas. Sólo los adultos que imitaron a sus hijos aprendieron ésta mejora social. Otros adultos continuaron comiendo las patatas dulces sucias de arena. Entonces, sucedió algo asombroso.
En el otoño de 1.958, cierto número de monos lavaba sus patatas dulces. Si bien se desconoce el número exacto de ellos. Supongamos que cuando el sol saló una mañana, había 99 monos en la isla Koshima que ya habían aprendido a lavar las patatas dulces. Supongamos también que aquella mañana, el mono número 100 aprendió a lavar las patatas. Aquella tarde, todos los de la tribu de monos lavaron sus patatas antes de comerlas. ¡La suma de energía de aquel centésimo mono creó, en cierto modo, una masa crítica y a través de ella, una eclosión ideológica!
Lo más sorprendente observado por los científicos era que la costumbre de lavar las patatas dulces cruzó espontáneamente el mar.... ¡Las colonias de monos de otras islas y el grupo continental de monos de Takasakiyama empezaron también a lavar su patatas dulces!".
"Aunque el número exacto puede variar, el fenómeno del centésimo mono significa que cuando un número limitado de personas conocen un nuevo método, sólo es propiedad consciente de tales personas; pero existe un punto en el que con una persona más que se sintonice con el nuevo conocimiento, éste llega a todo el mundo!.
"Poco a poco, más y más monos fueron aprendiendo el nuevo comportamiento, y un buen día, y súbitamente, toda la colonia estaba lavando las papas. Pero lo más sorprendente fue que a partir de ese día, los monos de otras islas, sin contacto con los anteriores, también habían aprendido a lavar las papas, incluso los monos de Takasakiyama, en pleno territorio de Japón.
Como si el nuevo conocimiento se hubiese expandido por el aire, alcanzando a toda la especie...”
“Watson consideró que cuando el mono número X había aprendido, se completó la Masa Crítica, es decir, el número de monos necesario para que toda la especie adquiera de pronto el nuevo conocimiento o la nueva conducta.
Esto le hizo suponer que en la evolución de las especies hay mecanismos diferentes de aquellos que intervienen en la selección natural, lo cual tiende a mostrar que esos mecanismos también inciden sobre la manera de como ideas y costumbres se propagan por toda la especie humana.
A esto se llamó "Teoría del Centésimo Mono". Watson dice en su libro que si un número suficientemente grande de personas (Masa Crítica) adquieren un nuevo conocimiento o forma de ver las cosas, esto se propagará por toda la humanidad”,
Todo lo del Centésimo Mono está muy comentado por muchos textos en la Internet. Así que no creo necesario abundar más.
Pero de acuerdo a las leyes de la estadística, ya debemos tener el Centésimo Mono en el ajedrez y eso hace que la FIDE y los ajedrecistas formados tendrán la tarea enorme y el reto de contribuir eficazmente a responder la demanda de la situación. Sabemos que en Ajedrez responder a las demandas de la posición es la clave para ganar en ajedrez. Lo difícil es percibir cuales son las demandas de la situación.
No dudo que Kasparov lo sepa pues en su libro “La Vida Imita al Ajedrez” lo demuestra con creces, lo mismo que el actual presidente de la FIDE y su principal asesor y pieza clave, su mejor soldado, Jorge Vega Fernández.
Ambos saben que este momento es clave y no necesitan echar muchas matemáticas para saber que ya hay “Centésimo Mono”, lo que significa que el Know How, que tienen muy pocos en el mundo, casi los pocos Rinocerontes Negros que aún subsisten en el ajedrez, serán muy valiosos.

Es un negocio con potencial de miles de millones de dólares. Por eso la FIDE se la disputan esos personajes que manejan tantos fondos, porque saben que pueden vender eso y adquirir fuerza política insospechada. El problema somos los ajedrecistas, tan desunidos como gremio….
El caso es que en México desde esa reflexión de 1984, en 30 años se ha diseñado un sistema completo de profesores, iniciando con los cursos que se dieron a 250 profesores de educación física en el período de Gonzalez Avelar en la SEP, luego en el período de Miguel Limón Rojas como Secretario de Educación Pública con Ernesto Zedillo de Presidente se realizó la serie de TV, “El Juego es Pensar”, que se transmitieron en EDUSAT, luego con Fox de Presidente las clases via internet de “El Juego es Pensar” en la red de internet de la SEP y del Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa.
Mucha agua ha pasado por el puente… y ahora la esperanza es que haya llegado “El Centésimo Mono” y ya hay un marco legal gracias a la iniciativa presentada con éxito por la Senadora Diva Gastellum para que el Senado de la República del Congreso de la Unión de México exhortase a todas las entidades del país para que el ajedrez se imparta en las escuelas. ¿Será ya el momento?