7 mar 2014

El Ajedrez puede ser dañino para su salud, pero… Parte 3 Los temores de Modell.




El Maestro Abram Yakovlevich Model nació en Daugavpils, Latvia (Letonia, el lugar de origen de Mikhail Tal, Aaron Nimzovich, Alexandr Koblentz, los magos de Riga, la gran mayoría de los geniales jugadores y entrenadores judíos del ajedrez) el 23 de octubre de 1896, pero  muy joven se fue a vivir a Leningrado, hoy San Petersburgo, donde falleció a los 80 años. Fue campeón de su ciudad en 1944, pero era destacado jugador y sobre todo entrenador desde 1924. Fue second del campeón mundia, Botvinnik y dirigió el sistema de enseñanza del ajedrez en la segunda ciudad en importancia de la Unión Soviética durante 30 años. Por sus actos heroicos en la defensa de su ciudad en la segunda guerra mundial,  recibió varias condecoraciones y se dice que gracias a él muchos maestros de ajedrez no perdieron la vida durante el largo sitio de Leningrado.
He escrito mucho sobre Model, o Modell, como en algunos textos se transcribe su nombre del alfabeto cirílico al latino, pero en sus escritos al extranjero firmaba como Modell y esta era la forma escrita del apellido que usaban sus parientes en Europa Oriental.
El caso es que Modell era un enamorado del ajedrez y se preocupaba de que se enseñará el ajedrez adecuadamente. Su frase de que el ajedrez era como el ajo, era muy comentada por sus pupilos que fueron a su vez mentores de muchas generaciones de jugadores y entrenadores soviéticos. Le decían el maestro de los 300 maestros. Como sea en México se le conoce en relación a Carlos Torre Repetto, con quien jugó un Torneo en Leningrado en 1926, y fue promotor de que Torre escribiese el único libro de su autoría.
Cuando Modell se encontraba en el grupo de maestros convocados por el Consejo de Ministros de la URSS para diseñar el movimiento masivo de ajedrez, se debatía entre la manera de difundir el ajedrez y los textos y modelos para enseñar a jugar el ajedrez de manera útil a la sociedad y con calidad suficiente para ser bandera de los logros del socialismo a nivel internacional. “Que el ajedrez llegue a todos los soviéticos y que los mejores jugadores del mundo sean los soviéticos” era la consigna.
Unos proponían métodos para que la URSS en 5 años tuviera jugadores a nivel internacional de alto nivel, otros proponían que en 10 años. Había que estimular a los maestros que se tenían para que se elevarán a las mayores cimas, incluso se proponía traer maestros de varios países para que dieran clases, e incluso adoptarlos para que tomarán la nacionalidad soviética y formarán parte del equipo de la URSS. Incluso hablaron de que en algunos casos podrían sobornarse a los maestros competidores para que un soviético ganase torneos de renombre internacional. Había mucho dinero.
Modell argumentaba que lo principal era tener métodos de enseñanza adecuados, basados en los modelos más exitosos de los jugadores actuales internacionales, promoción masiva del ajedrez y conducir todo el proyecto con bases morales socialistas. “Queremos competidores exitosos, pero antes que eso ciudadanos competentes y sanos”. Había que promover ajedrecistas con salud mental si, pero también física y emocional. Maestros que no solo jueguen bien, sino que sean sanos ejemplos de lo que deber ser un soviético.
La propuesta de Modell era masividad en el ajedrez, pero que no fuera obligatorio, sino atractivo lo suficiente. “Obligación no es motivación, convencer y no obligar” No era meter al ajedrez a la fuerza, o como materia obligatoria en las escuelas, era darlo a conocer en todos lados y tener los recintos adecuados para que se acerquen al ajedrez los que quieran. No eran solo clases de ajedrez en las escuelas, sino organizar clubes en fábricas, en talleres, hacer clubes de obreros, de militares, de científicos.
“Un buen sistema de detección de talentos. Y formar soviéticos, no con extranjeros que no creen en nuestro socialismo” Proponía como modelo a Capablanca, campeón mundial en esos años y rescatar el modelo de Mikhail Chigorin, de Schiffers, de Petrov, jugadores destacados del siglo XIX. “Que vengan maestros extranjeros a competir, pero no a enseñar, pues sus métodos no son adecuados para nuestra sociedad socialista”
El modelo de cómo hacerlo, lo había mostrado ya Pedro el Grande, cuando atrajo a especialistas extranjeros a que convivieran con los rusos.
Se hizo una lista que incluía al campeón mundial de esos años, Capablanca, y al anterior Emanuel Lasker, para que visitaran y compitieran en la URSS, lo que hicieron entre 1925 y 1936, cuando finalmente, por un tiempo, el veterano gran maestro alemán de origen judío, a sus 66 años se convirtió en ciudadano soviético al huir del régimen nazi que se apoderó de su país y amenazaba su vida.
Los Maestros más relevantes y talentosos de la tercera década del siglo  XX, como Flohr de Checoeslovaquia, Lilienthal de Hungría y Keres de Estonia, que habían brillado en torneos internacionales pasaron a ser ciudadanos soviéticos, pero actuaron solo como jugadores, no se les dieron tareas de entrenadores, aunque Flohr eventualmente y de forma muy breve actuó así al final de su vida, que principalmente la dedicó al periodismo.
Modell impuso un sistema muy rígido y estricto con los ajedrecistas de su ciudad. Los instructores tenían que tomar cursos muy elaborados donde no solo recibieran instrucción de ajedrez sino del ser humano de manera integral, antes de tener contacto con niños y jóvenes. Cada palabra, cada ejercicio que se ponía en clase a los niños era cuidadosamente seleccionado. Había libertad de cátedra muy limitada, solo a los que tenían experiencia de mas de 5 años de clase podría separarse “levemente” del guión. Modell era famoso por emitir orientaciones semanales a los 312 instructores que tenía a su cargo en la ciudad y entrevistar a los otros 320 instructores a su cargo de poblaciones cercanas una vez al mes al menos.
Seguido hablaba de la manera bohemia de los jugadores occidentales, de sus malos comportamientos, de su alcoholismo, de sus arreglos y de cómo cortejaban a los mecenas y daban malos ejemplos. Respetaba sus talentos, pero decía que muchos eran jugadores de ruleta obsesionados. “No queremos Mieses en la Unión Soviética, ni mercenarios como los antisemitas Bogoljubov y Alekhine, que abandonan la gran madre patria”. En 1927 logró conseguir becas amplias a Botvinnik de 17 años,  así como a Rauzer de 18 años y recomendó para ser preparados como instructores superiores a Makogonov de 21 años y a Perfiliev de 22 años. Se apoyo en maestros como los hermanos Rabinovich y su asesor principal, al que trataba como si fuera su maestro, fue Piotr Romanovsky. Modell, ya con más de 50 años cedería su puesto a Vladimir Zak, aunque seguiría como asesor de este hasta su muerte.
Modell fue criticado por que afirmaba ya en 1925 que su sistema propuesto daría frutos 20 años después. El primer campeón mundial soviético logró el titulo en 1948 y fue Botvinnik de Leningrado, De ahí siguieron hasta 1972, para perderlo y recuperarlo en 1975. Modell cuando murió en 1976 sabía que el campeón mundial era ruso y había sido de la escuela de Leningrado.