31 ene 2014

El juego del Campeón Mundial de Ajedrez Carlsen bajo la lupa.




Hay una congestión de artículos y libros sobre Carlsen y su manera de jugar, y sobre todo de pensar y como encuentra la jugada correcta, que ha obligado a todo entrenador a considerar cambios en sus maneras de enseñar ajedrez.
Indudablemente, como Kasparov ya apuntó, el juego de Carlsen sigue la tradición de los grandes jugadores precisos como Capablanca, Karpov y muy notablemente Andersson.
La idea de que Carlsen hace consistentemente jugadas sólidamente correctas y no necesariamente brillantes y que sus oponentes no pueden hacer lo mismo y finalmente cometen una imprecisión que Carlsen aprovecha y castiga implacablemente, parece estar muy fija en la mayoría de los comentaristas.
Pero Carlsen no solo es un jugador preciso, sino que al desdeñar jugar aperturas agudas en base a la memoria, llega a adquirir posiciones ligeramente inferiores tras la apertura, pero al desplegar un medio juego con gran excelencia, va poco a poco tomando la ventaja y antes de pasar al final, el momento en que la partida llega a posiciones que son definidas como de finales, ya tiene una ventaja difícilmente disputable.
En eso se parece a Capablanca, en saber pasar del medio juego al final cuando al hacerlo queda con final superior. Pero si Capablanca exprimía la posición al máximo, a veces no tenía la consistencia necesaria porque su condición física, debido a una deficiencia en salud notoria desde los finales de su tercera década de vida, se lo impedía, pero era ya tal su superioridad que perdió muy pocas partidas.
Carlsen, con su excelente salud, no solo exprime, sino que lo hace todo el tiempo, causando una presión sobre sus contrincantes terrible.
¿Cómo enseñar eso a un alumno? ¿Cómo enseñar el ajedrez preciso? Solo de la misma manera en que lo adquirió Carlsen: con práctica deliberada y con extrema disciplina.
Ejercicios tras ejercicios, análisis de posiciones con mínima ventaja. Seleccionadas con mucho cuidado.
Hay que apuntar el excelente trabajo de los que como entrenadores trabajaron con Carlsen hasta la obtención de su título de Gran Maestro. 

Aquí hay que reconocer al GM Agdestein, que tanto apuntó la importancia de una buena condición física como requisito indispensable para desempeñarse con éxito en un estilo de juego a “larga tirada” como el que usa Carlsen, donde las partidas prolongadas y de gran tensión son muy agotadoras.
Agdestein, que incluso fue deportista profesional y con excelente condición física, logró que su pupilo tuviese inclusive mejor preparación física y salud que sus claros antecesores en estilo de juego como Capablanca, Karpov y Andersson, quienes, aunque muy ocasionalmente, tuvieron baches de desempeño cuando su salud estuviera alguna vez afectada.
Con ese estilo tan exigente en energía, motivación y sobre todo en actitud, el prepararse física y sicológicamente es esencial, y esas áreas son muy descuidadas por los entrenadores de ajedrez que son bohemios, de espíritu artístico, pero no muy disciplinados y de enormes vientres.
El que Carlsen sea el modelo a seguir por muchos jóvenes, obligará a sus entrenadores a dar cada vez más importancia al entrenamiento extremo, a la preparación física y sicológica de primera clase, de una manera mucho mayor que en los tiempos de Kasparov y Anand.
Los jugadores jóvenes para seguir el modelo del estilo de Carlsen deberán olvidar fiestas continuas y alejarse del alcohol y de las mal pasadas sino quieren verse fácilmente superados por sus contrincantes de la misma generación y por los ajedrecistas deportistas y disciplinados de la vieja ola, que aunque no muy numerosos, todavía pululan por ahí dando lata a los jóvenes medio bohemios.

27 ene 2014

Para superarse en ajedrez, solo sirve un método ecléctico.




Muchos aficionados ávidos de mejorar su ajedrez solicitan libros como si hubiera una piedra filosofal o un texto mágico que milagrosamente los transformase o andan tras el atajo maravilloso y por tanto cambiar camino por sendero, trabajan el doble de lo que hubieran laborado si hubiesen seguido el camino que les parecía difícil. Llevan la vida difícil de los que quieren vivir fácil.
Y es que no hay un gran secreto en ajedrez, hay cientos de muy pequeños secretos. Como decía Houdini cuando le `preguntaban de su secreto.
Si me preguntan si es bueno el método Chuzakin, o si es maravilloso el libro de Shashin, o los métodos de Silman, o la trilogía de Kotov, tendría que decir que si, que todos tienen grandes aportes, como el libro de Nuevas Ideas de Evans, o el de Pump your rating, o salte la cuerda en tres lecciones o el de Aprenda Ruso en diez días parado de manos, o como vender helados a los pingüinos; todos son buenos, pues depende quien los lea y como los estudie.
Conocí un maestro que era muy fuerte y su éxito lo achacaba a que se sabía de memoria todas las partidas que había ganado Fischer. Le recomendé que no se quedase corto, que necesitaba aprender todas las que había perdido también.
Un entrenador ruso me decía: He entrenado ya a 6 grandes maestros y la clave es que trabaje con ellos solo con cuatro libros en tres años, pero se los sabían a conciencia…
Otro muy serio, gran maestro, se negaba a enseñar algo más que las 300 posiciones que había seleccionado en 20 años de experiencia, Luego publicó su libro, con las posiciones, ninguna jugada, solo las posiciones. Y ese libro se convirtió en el de cabecera de muchos jugadores que progresaban rápidamente,
¡Cuánta razón tenía Capablanca cuando a la pregunta de cuáles eran los tres mejores libros de ajedrez escritos contestaba que los tres que él había escrito!
No era soberbia, era simplemente la verdad en la que creía. No podía uno sino estar de acuerdo.
Convenimos entonces en que no hay un método, sino la mezcla de muchos, un poco de Chuzakin, otro de Shashin, otro de PLUS, de Purdy, de Kotov y del inmenso Modell, y de Botvinnik o Dvoretsky no nos podremos olvidar. El métido que uso el maestro Kosteniuk para preparar a su hija Alexandra, es de lo mejor, o el de Szabo con las Polgar, o el de Rubinstein con O´Kelly que luego este, como un Platón con Socrates, lo divulgo entre los francófonos, o el de Nezhmetdinov, que a la larga influyo en Kasparov como Andersson y Capablanca con Carlsen. Mezcla de métodos, pues como dicen los rusos: un cordero listo mama de su madre y de la ajena.

26 ene 2014

La Internet, la Uruc del siglo XXI, cuidad de los libros en una nube.




A veces, en el afán de conseguir un libro, parecemos capaces de emular al mago Setna, hijo de Ramsés II, violando una tumba para apoderarse del manuscrito del Dios Tut, en una época que los sepulcros eran lo mas respetado por los egipcios. Los textos sacros de Tut se custodiaban en Heliópolis y ahí un ejército de escribas los copiaban para hacerlos llegar con numerosos comentarios por la nación, 6 mil años antes de Cristo.
Diez mil manuscritos reunió Kao-Ti en China, 200 años antes de nuestra era y algunos eran obras que por si solas constituían una biblioteca.
El persa Cosroes gasta una fortuna para que su médico sustraiga de la India el Panchatantra, fabulas budistas, que hoy conocemos, gracias a los árabes como Calila y Dimna.
Un Tolomeo  negó el trigo a los atenienses si no entregaban los manuscritos originales de Esquilo.
El caldeo Sargón creo en la lejana Uruc (Warkah), la Ciudad de los libros, cuya colección se vería minúscula comparada simplemente con la de libros de ajedrez que circulan por la red de Internet.
La Internet reúne las dos formas del afán de conservación: la recopilación y la transmisión, lo que antes se representaba solo con la Biblioteca y la Escuela. La Biblioteca responde a la necesidad, escribía Don Alfonso Reyes, de preservar en lugares sagrados ciertos textos tan indispensables a la vida del grupo como las transacciones religiosas y las políticas (aún las comerciales). También los fastos del monarca, cosa no sólo de orgullo, sino más aún, enriquecimiento y adquisición espiritual para el pueblo. (Artículo “Génesis de la crítica”, Al Yunque 1960, Obras Completas de Alfonso Reyes, tomo XXI, pp.296-299).
Los que nos criamos de alguna forma en sitios donde se habla uno de tú con los ratos, como la biblioteca de mi abuelo, extrañamos en la Internet el olor del libro, o como decía el admirado amigo Enrique Palos Baéz, “el olor a intimidad”, así como el acariciar el papel amarillento de los viejos ejemplares, la piel de los mejores amigos de un niño, ya sea devoto de Frascuelo y de María, o aventurero con James Cook por los mares del Sur de la imaginación.
Pero en el actual recorrido de páginas web, nos volvemos inseparables del ratón electrónico y reemplazamos de alguna forma nuestro dialogo con los de carne y hueso que gentil e inexorablemente, orinaban las páginas de los textos y amenazaban cobrarnos la osadía de escudriñar sus lares con alguna enfermedad extraña, fogueo necesario para la sobrevivencia posterior de décadas acumuladas de respirar polvos de biblioteca.
Ahora visito los anaqueles de las bibliotecas vaticanas e invado los estantes de la de Cleveland recolectando, admitidamente, con permiso o sin él, las conversaciones del pasado en forma de archivos PDF o mp3.
Paso del cirílico al latino, en el mar de alfabetos y alefatos a pulsos de ratón, con la impunidad de una señal hackeada y regreso de cada navegación con varios gigas de botín y como pepenador clasifico y paso a archivo zombie de un disco duro portátil de varios teras lo que creo no será de uso pronto. Y lo que creo que es notable y oportuno, lo comienzo a subrayar, virtualmente por supuesto, separo y selecciono y lo paso a fichero de Word, con la previa traducción liberal de idiomas eslavos y sajones al más civilizado, para mi, de Cervantes, Martí, Unamumo y Lorca.
Uruc así es el terreno de juego que promete hallazgos continuos y luego paso a los blogs que es el ágora donde convocó al aula que abro en una nube para la segunda forma de conservación, la transmisión, donde sin pudor alguno, trato de poner al desnudo las ideas y modelos de los jugadores del pasado y las del presente, atreviéndome, más a menudo de lo que dicta la prudencia, a anunciar lo que los modelos del futuro pueden ser.
Como estos no son terreños de rebaños, me separe de ellos hace tiempo, adquiriendo mi bien ganada mala reputación, que ahí la dejo para que los respetuosos de normas y cabildos, hagan lo que quieran con ella.

El Aduanero Rousseau y los grandes desconocidos.




Por finalizar el año se presentó en México la exposición de una selección de 30 obras de importantes artistas del impresionismo y el movimiento moderno en Francia con el evento de Obras Maestras del Musée de l’Orangerie en el museo Dolores Olmedo.
Asistí muy bien acompañado a ver las obras, y a ambos en particular nos gustó la obra de Henri Rousseau, el llamado Aduanero, que ya había yo visto en un sello postal y que ahora pude contemplar en “vivo”, por así decirlo.

Rousseau, hombre humilde, supuestamente soldado en las tropas de Napoleón III que invadieron México, asombró a la crítica cuando el polaco Guillaume Apollinaire, el poeta favorito en ese tiempo de Paris, lo descubrió. El aduanero no tenía formación oficial artística, un autodidacta, pero como decía Alfonso Reyes, el genio no se legisla.
Reyes decía que había quienes doblaban el Cabo de la Buena Esperanza de los cuarenta años sin ser descubiertos, citando los casos del pintor mexicano Hermenegildo Bustos y el escritor Mariano Azuela.  Por cierto Don Alfonso remarca que Bustos firmaba sus cuadros con la misma leyenda de Van Eyck: “¡A ver si puedo!
En alguna crítica leí que el entrenador y maestro internacional Shasha Shashin era un desconocido incluso en Rusia. Lo que está muy lejos de la verdad, pues ha entrenado a varios campeones de Europa y como jugador estuvo a punto de derrotar a Korchnoi y es sabido que el gran Victor deseaba fuera su entrenador allá por 1976, poco antes de que se exiliase de la URSS. Pero si así fuera, y fuera un soldado desconocido del ajedrez, sería más bien culpa de los que debieran acopiar el acervo de las conquistas humanas para ser transmitidas y se integre así la cultura.
Shashin publicó sus trabajos en artículos de la principal revista de ajedrez de San Petersburgo, pero como el idioma ruso solo es leído por una veintena de millones de ajedrecistas en el mundo y en cambio es intransitable para muchos comentaristas de habla castellana que se insinúan en la sociedad como referencia, se les comprende que lo desconozcan. Sin formación específica en ajedrez, seguramente corren el riesgo de descubrir por su cuenta la América del ajedrez si no cuentan con las genialidades de los grandes autodidactas como el Aduanero, Azuela o Bustos.
La sólida formación científica de Shashin y sus reconocidos títulos internacionales debieran garantizar, sin contar su experiencia de 30 años como entrenador y una decena de titulados internacionales de alumnos, que se le respetase y se le tomase en serio. Tal vez su libro no tenga la altura del Telémaco de Fenelón para preparar a un Duque de Borgoña para gobernar, ni sea una Historia de los Savarambios de Vairasse, pero para muchos puede ser una aportación sincera que emocione como los cuadros sencillos del Aduanero, que, al calor de una palma amada, alegre el corazón ante una luz de una manera fresca de pensar.

Material de Estudio del Ajedrez y la Internet.



El Conocimiento es Poder, era un slogan que fue terrible en toda época, ya que los que detentaban la dirigencia de una sociedad eran los menos preocupados por difundir el conocimiento más allá del nivel necesario para que sus subordinados cumplieran las funciones que les encomendaban.
Siempre han tratado de cerrar las puertas de los conocimientos más redituables al público en general aquellos que desean mantenerse en el poder.
Cuando surgió la imprenta de tipos móviles y se abarato la producción de papel y con ambas cosas los libros estaban ya no solo al alcance de los libros, buscaban mantener, con prohibiciones, las lecturas de algunos textos.
De todos modos hubo una revolución con la difusión del conocimiento y eso provocó grandes cambios sociales en el siguiente siglo.
Por ejemplo, estuvo mucho tiempo prohibido traducir la biblia en Inglaterra y cuando alguien burló eso y la tradujo al inglés, fue perseguido como un criminal.
Ahora tenemos otro instrumento de difusión del conocimiento: la Internet.
Esta fue producto y luego se unió y reforzó a la revolución creada por la computación. No solo los conocimientos, sino los medios de comunicación pasaban poco a poco a manos de Juan Pueblo.
No solo igualaba Juan a algunos poderosos, sino que los superaba, tanto por su frescura, su falta de ataduras, como por su número y la sensación, que ya no tienen los poderosos, de que se tiene todo por ganar y nada por perder.
Se ha tratado de controlar la Internet de muchas maneras, unos grupos bloquean todo lo que puede, así como algunos grupos poderosos prefirieron la opción de usarla muy a su manera en lugar de bloquear. De hecho como que no hay un consenso de los poderosos de cómo enfrentar el problema de tal manera que conserven su poder.
Muchas cosas es imposible de controlarlas, incluso el acceso a los secretos industriales más rentables están siendo ya “capturados” por los internautas más preparados, entre los cuales hay que considerar a buen número entrenado y empleado por el gobierno norteamericano y por otros gobiernos de países “líderes”.
De todos modos el material fluye por internet, ya que algunos candados se cierran y otras puertas se crean, además de que muchos candados cerrados se logran vencer, pues hay quienes buscan nuevas maneras de compartir información y hay quienes tratan de destrabar las antiguas.
Además parece que cada vez hay más adeptos a compartir sus archivos. Recientemente recibo mucho material interesante sin siquiera haberlo solicitado; muchas personas que me han pedido un consejo o les recomiende enlaces de libros, cuando topan con algo que pueda interesarme me lo envían.
Hace tres días recibí una colección en PDF de 35 cuadernos de ajedrez en checo con material muy interesante y que me ha sorprendido por su calidad, al mismo tiempo me mandaban 6 horas de mp3 de música balcánica interpretada por el conjunto de Kusturica que es un agasajo y con eso completo una colección de mas de 20 horas de música balcánica de los festivales de Guca.
Hablando de mp3, recibi una colección de 12 horas de conferencias de ajedrez en castellano que yo mismo impartí, pero que no tenía las grabaciones. Todo eso me servirá para mis clases, seguramente.
El internet y la informática aplicada al ajedrez sigue avanzando, con mejoras en varios programas para entrenar como el Lucas y el Ojo de Ajedrez y Ajedrez Hero. Aunque uno no deja de lamentar que los enlaces de libros siguen desapareciendo por cientos, y aunque llegan nuevos libros, para no perder la oportunidad tan breve de descargarlos, tiene uno que hacer guardias y una revisión diaria de lo que se pone para descargar en decenas de sitios webs.