22 mar 2007

El Rey de la Colina.


Sin duda, el mejor blog de ajedrez en el Internet es el de la adorable Susan Polgar. Es un deleite leer sus notas claras, cortas, llanas e interesantes. No oculto que desde una vez que Arturo Xicotencatl me solicitó la hiciera de “sparring” de blitz de Judith Polgar poco después del Mundial Activo de Mazatlán a finales de los años 1980s, en un café de la Ciudad de México en donde pude jugar un match de varias decenas de partidas de blitz, en que puedo presumir no me fue nada mal, me convertí en un “fan” de los Polgar. Fue fascinante conversar sobre temas de pedagogía con Lazlo Polgar en rusinglés, mezcla de ruso e inglés, además de conocer algunos puntos de vista sobre lo que era el ajedrez para la vida educativa de unas jóvenes como las tres hermanas Polgar.
El caso, es que casi veinte años después, sigo estudiando sus partidas y leyendo cuanto produce Don Lazlo sobre pedagogía.. Cuando comenzó a aparecer el blog de Susan Polgar lo he ido coleccionando. Su manera de hacer el blog difiere mucho de la mía, pues más que artículos lo constituyen breves notas y es sumamente dinámico, aunque no muy profundo. En estos días está más dedicado a la campaña de varios aspirantes a dirigir la Federación de Ajedrez de los Estados Unidos, USCF, a la que en muchos años he sido miembro. Uno de los aspirantes, por lo visto, compartió la misma aventura que yo el 30 de abril de 1975, nada más que para mi fue una pesadilla que duró lo que un vuelo de helicóptero y a él años de sufrimiento. En fin.
En estos días me he dedicado a traducir archivos y archivos de chessbase y de notas de ruso al español y estoy como un pirata que se topó con un tesoro enorme y no tiene manera de sacarlo de la isla, además de que no sabe de a quien perteneció. Lo que a todo pirata le preocupa, pues no sea que haya una maldición con ese tesoro. El caso es que estoy como “haciendo un doctorado” de cultura ajedrecística.
Aún así no me pierdo las notas del blog de Doña Susan, en uno de ellos escribe de sus problemas de ser mamá y coach al mismo tiempo. Su relato va así, más o menos:
“Ser un Gran Maestro y una madre de niño ajedrecista al mismo tiempo, puede ser problemático algunas veces. Tras mucha dedicación y duro trabajo, mi hijo mayor Tommy finalmente irrumpió y ganó el Campeonato Nacional de Segundo Grado en diciembre. Convirtiéndose al mismo tiempo el primer ranqueado de los niños de siete años de edad del país. Éste era el principio de la caída.
Después de ese éxito, Tommy se volvió demasiado confiado. Se resistía a resolver posiciones y problemas, ya no quería seguir trabajando en su técnica de final. Se resistía a practicar al mismo tiempo que aprender y mejorar. ¡Se creyó que era el Rey de la Colina! Esto le pasa a muchos jugadores jóvenes cuando tienen muy buenos resultados demasiado pronto.
¿Así que qué pasó? No hay ningún milagro en el ajedrez. Cuando uno no practica, no mejora. De hecho, uno se pone vuelve menos agudo y más débil. Las jugadas no le salen a uno tan rápidas ya. La habilidad del cálculo empieza a vacilar. Como un resultado de ello, Tommy pedió rating en dos torneos consecutivos. Los puntos de rating perdidos no son el problema. El problema es que ahora él tenía dificultades para jugar, se le hacía muy cuesta arriba.
El viernes pasado, él participó en un torneo escolar en la Ciudad de Nueva York. ¿Cómo le fué? ¡Siendo el número de rating comenzó con tres derrotas y perdió 64 puntos de rating! Como una Mamá de ajedrecista, era un sentimiento horrible ver a mi hijo fallando tan miserablemente. Pero como un Coach de Ajedrez, pensaba que esto era lo mejor que podría pasarle a Tommy. Era una verdadera señal de alarma, de llamada a hacer algo. Él comprendió finalmente que él no era el Rey de la Colina. A partir de eso se comprometió a trabajar duro de nuevo en su ajedrez. Tommy aprendió una lección muy dura.
Como mi padre acostumbraba a decir: cada día que uno no practica ajedrez, pierde el conocimiento de diez días. La práctica perfecciona y tiene que hacerse consistentemente. 15 a 30 minutos en días muy ocupados son al menos mejor que nada. Incluso para el hijo de una Gran Maestro y excampeona mundial de ajedrez no hay polvos mágicos. Esta es la moraleja de la historia. ¡El genio es 99% de sudor y 1% de talento!”
¡Un buen relato, muy humano e instructivo! Pero Susan retoma en su blog continuamente el tema de cómo apoyar verdaderamente a los hijos en el ajedrez, sin trampas ni componendas, ni mucho menos “arreglandoles partidas” para luego presumir que se logró que una niña de corta edad clasificase a una final de adultos. Es un daño terrible a una niña “ayudarla” de esa manera.
Susan da sus consejos o “tips” a los coachs y a los padres de ajedrecista, veamos lo que escribío hace un par de años:
“Tips a los Coachs:
Hay aproximadamente 1600 niños compitiendo en el Campeonato Nacional K 12 de Colegios en Houston, Texas. He estado asistiendo a ese evento desde hace algunos años, pero esta es la primera vez que asisto como coach y como madre de ajedrecista, ya que mi hijo Tommy está jugando en su primer evento nacional escolar en la división de primer grado. Veo las cosas con diferente color y hay rutinas que mi hijo y yo tenemos que seguir.
Lo importante es que mi hijo disfruta jugar, estudiar ajedrez y competir en torneos. He visto demasiados incidentes de padres y coaches gritando a sus niños a causa de una partida perdida. Algunos de esos niños estaban asustados hasta las lágrimas, lo que me parece muy lamentable.
Ganar y perder son sólo parte del juego. Hay lecciones valiosas que todo niño puede aprender independientemente del resultado. De ahí que los padres y coaches debieran motivarlos a aprender y a hacer las cosas correctas. Aquí tengo algunas sugestiones para los padres y los coaches de los jóvenes jugadores.
1. Contrólese a si mismo
Entiendo que los padres y los coaches estén decepcionados cuando sus muchachos no ganan. Pero es cuando estos necesitan más de ellos. Gritar, regañar y pegarles no ayuda sino puede dañarlos más. Los niños pueden intimidarse y volverse incapces de jugar a su fuerza total. Además pueden terminar odiando el ajedrez u odiar participar en torneos.
2. Manténgase fuerte, de apoyo y aliento.
Cuando su hijo o pupilo gana, es, maravilloso. Felicítelos. Sin embargo, cuando ellos pierdan, déles más apoyo y aliento. Es cuando ellos más le necesitan. Es entonces cuando su estima es más vulnerable y necesitan reasegurarse que ustedes aún los aman y apoyan.
3, Hagan que sea divertido y motivante.
Los niños y jóvenes por lo general tienen dificultades en concentrarse y enfocarse por un período largo de tiempo. De ahí que hay que abordar una partida a la vez y evitar discutir partidas futuras o contrincantes. Enséñelos a concentrarse en cada jugada y en cada partida. Cuando la partida termine, entonces hay que enfocarse y concentrarse en la próxima partida.
4. El rating no importa.
Muchos padres y coaches están demasiado preocupados del rating. Este es sólo un número. Los ratings no importan a edades tempranas y tienden a ser precisos o no dependiendo de en donde los muchachos vivan. Además, muchos niños juegan en Internet y pueden mejorar entre torneos, así que su rating sobre el tablero puede no reflejar dicha mejora. Enseñe a sus pupilos a jugar las posiciones y no los oponentes. No permita subestimar o sobrestimar a sus oponentes.
5. Siga los principios del ajedrez.
a) ¡Controle el centro!.- El centro consiste de las casillas e4, d4, e5 y d5. Así que cuando usted comience la partida, coloque sus peones en el centro para ocupar y controlarlo tanto como pueda.
b) ¡Desarrolle sus piezas tanto como sea posible!.- Saque sus caballos y alfiles. Esto debe hacerse antes que intentar dar mate al oponente.
c) ¡Enroque lo antes posible!.- Enroque a la primera oportunidad que tenga para mantener a su rey seguro. Recuerde, uno no puede ganar si su rey no está seguro y usted recibe mate primero. ¡Así que no se olvide de enrocar! Entonces, después de que se enroque, conecte sus torres desarrollando la dama.
d). Mantenga sus piezas protegidas.- No deje sus piezas desprotegidas. Cada pieza que tiene es muy valiosa, así que no las pierda.
e). ¡Diviértase! ¡Gane con gracia y pierda con dignidad!.- Primero que nada el ajedrez debe ser divertido. Algunas veces uno gana y a veces uno pierde, todo es parte del juego. Cuando uno gana, debe ser buen deportista y no decir tonterías o burlarse del oponente. Cuando pierda, sea aún mejor como deportista y no un perdedor lloroso. Estreche las manos y felicite a su oponente. Esto ayudará mucho para hacer buenos amigos.
6. No se quede en el pasado.
Cada niño o joven tendrá malas partidas aquí y allá. Si desea reproducir la partida rápidamente y aprender de los errores, está bien. Pero no se preocupe demasiado con la derrota. (Hay que olvidar la partida hasta que ya se vaya a estudiar seriamente después del torneo para aprender realmente de los errores. Nota de ROV). Los jugadores necesitan enfocarse en la próxima partida. Ayude a sus muchachos a relajarse y concentrarse en rondas subsecuentes. No ayudará en nada enojarse y molestarse por una mala derrota. Uno debe evitarlo. De otra manera puede afectar el desempeño en las siguientes partidas.
7. No jugar demasiado rápido.
Enseñe a sus muchachos a utilizar su tiempo apropiadamente en todas las fases de la partida. Demasiados niños juegan a la velocidad de sus oponentes. ¡No lo hagan! Jueguen a su propio paso. Incluso cuando se tenga una posición ganada, se tiene que tomar uno su tiempo y ser mucho más cuidadoso de las celadas y contraataques. Como dice el dicho: “Esto no termina hasta que termina”. Cada jugada, en cada posición es importante.
8. Conserve energía.
Comprendo que esto es muy duro de hacer. No obstante, trate de ayudar a sus niños a conservar su energía. Muchos quieren correr y jugar activamente. Esto esta bien, pero no de 15 a 30 minutos antes de la ronda. Deben caminar un poco, tomar un poco de aire fresco, concentrarse y poner su mente lista para la batalla próxima.

Como ven, las recomendaciones de la GM Susan Polgar son claras, simples y merecen llevarse a cabo. Son, como se dice ahora, modelos exitosos a seguir. Conversando con una nueva alumna, de aproximadamente 20 años de edad, pero que compite desde muy temprana edad, me comentaba la presión que tenía de su padre para ganar en los torneos cuando era niña. Realmente me parecía escuchar historias de horror, aunque ya había oído cosas similares. En mi caso personal, que compito en torneos de adultos desde los 12 años, y nunca participe en torneos infantiles, sólo en los juveniles (sub 20 eran los únicos en mi época) en donde mis competidores como promedio me llevaban al menos 5 años y prácticamente gané todos en los que competí y sólo llegue a perder en un torneo cuando yo ya había representado a México en torneos internacionales de adultos, mis padres jamás hicieron un comentario desagradable por un mal resultado. Incluso mi madre, que era de una familia de tradición ajedrecística, hija de un expresidente de la Federación Mexicana de Ajedrez y militar en cuarta generación, el Gral Vargas Basurto, así como sobrina de otro expresidente, Juan José Arreola, no me presionó mucho, solamente me hacía énfasis en que estudiara profundamente el ajedrez y no se preocupaba por mis resultados, sino más bien por el esfuerzo en prepararme para los torneos; creo que fui muy afortunado. Aún recuerdo cuando le gané a un amigo mió entonces, y que llegó su padre, excampeón del Distrito Federal, que le pegó enfrente de mi por caer en una celada que le puse. Luego le ganaría yo a su padre más de 15 partidas al hilo. Pero mi otrora amigo, dejó de jugar ajedrez a edad muy temprana a pesar de tener un talento notable para el ajedrez. Es un dañado que prácticamente está lleno de resentimientos ante los ajedrecistas. Y quizás tenga razones suficientes para ello.
Los artículos de Susan Polgar me parecieron que deben difundirse en castellano, por eso los traduje y los difundiré. En las pasadas dos semanas fui testigo de los peores comportamientos de padres e instructores con niños. Regaños, arreglos de partidas, presiones de todo tipo. Luego platiqué con varios adultos jóvenes que como niños compitieron en todo tipo de eventos desde muy temprana edad. Converse con un muchacho que hace 10 años apuntaba para ser un gran jugador y que abandonó el ajedrez antes de cumplir 20 años. Recibí algunos emails de jugadores de diversos países que vivieron situaciones similares y de entrenadores que relataban sus problemas con padres de niños talentosos. Inclusive, recibí la solicitud de escribir para un sitio web español sobre este tema. Todo ello me hizo enfocarme en el problema. También estuve leyendo y traduciendo del ruso las que pudieran ser notas de un padre y entrenador sobre las actividades con su hijo. Me releí el libro de la Kosteniuk y acopié las notas de su padre y entrenador. Mi objetivo era cooperar con la redacción de un libro que una fundación en España quiere realizar en apoyo de padres y entrenadores de niños ajedrecistas, con artículos de entrenadores, psicólogos e instructores connotados de Rusia, Cuba, España y Alemania. Parece que fui invitado por error, pues no sabían que era mexicano, pero ahora están considerando invitar a un venezolano a que entre en el equipo de redacción.
El caso es que de lo mejor que he visto sobre el tema es lo que transcribo en esta ocasión y que luego editaré un pequeño cuaderno para que se difunda en PDF.
No se pierdan, si leen inglés, el blog de Susan Polgar. (www.susanpolgar.blogspot.com)